Libertad Financiera: 7 pasos para conseguir tu independencia

Si nos preguntamos ¿Cuál es el activo más importante dentro de la economía? Posiblemente muchos piensen que es el dinero, ya que con él se puede comprar bienes y contratar servicios, aunque esto no es del todo cierto. El dinero no es un activo per se, sino la representación de algo, que no es otra cosa que el tiempo, lo que realmente mueve al mundo moderno.
Cambias tu tiempo por bienes y servicios
El refrán de los estadounidenses sobre que “el tiempo es dinero”, es una de las mejores formas de descifrar cómo funciona realmente la economía. Hagamos un ejemplo para entenderlo mejor, vas a la oficina de lunes a viernes para realizar una determinada actividad durante 8 horas al día, a fin de mes, tu empleador te pagar por todo el tiempo que gastaste en la empresa, y luego usas dicho dinero para comprar bienes en el mercado, contratar servicios, o incluso ahorrar.
Ahora bien, en conclusión, cada vez que vas al trabajo, estás gastando tiempo de vida a cambio de bienes y servicios, lo cual estaría bien si ese tiempo vendido fuera suficiente como para poder alcanzar todas tus metas, o mejor aún, te lograse llenar como persona y profesional. Desafortunadamente, esta no es la realidad en la mayoría de los casos, y ahí es cuando nace la necesidad de tener libertad financiera.
¿Qué es la libertad financiera?
Según la Real Academia Española (RAE), la libertad se entiende como: “facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”. Viéndolo desde un modo más práctico, entenderíamos a la libertad como la acción de hacer lo que realmente nos apasiona, y no lo que nos ordena.
Esta reflexión nos hace entender a la libertad financiera como un mecanismo para dejar de vender nuestro tiempo a cambio de migajas, volviéndonos plenos dueños de nuestra vida, con el poder de subsistir sin necesidad de estar atado a un empleo que detestamos o está mal remunerado.
La libertad es una parte inherente del ser humano, nacemos libres y en caso contrario, hacemos lo imposible para alcanzar nuestra libertad. Entonces ¿Por qué no luchamos también por la libertad financiera? ¿Qué nos ata a esta a la vida laboral tradicional?
Pasos para obtener libertad financiera
Si todavía estás interesado en ser financieramente libre, vamos a ver cuáles son los pasos básicos para lograr tus metas.
1. Entender todo lo que implica la libertad financiera
No todas las personas tienen las mismas situaciones económicas, sociales y familiares. Algunas tienen grandes ventajas que las ayudan a lograr sus metas más rápido y sin menos esfuerzos que otros, por lo que te recomendamos estudiar a fondo todo lo que puede acarrear ser libremente financiero.
Estudia tu situación familiar, financiera y social, y luego haz un ejemplo práctico sobre todo lo que puede pasar si dejas tu empleo y te independizas. Es común que las personas se hagan falsas expectativas sobre el futuro, por lo que es recomendable ser lo más realista posible, ni tan positivo ni tan negativo, eso sí, tampoco debes caer en el pesimismo.
2. Planificar el tiempo y dinero necesario para alcanzar tus metas
La planificación es la clave para tener éxito en todo lo que te propongas. Desde el emprendimiento hasta la gestión de un proyecto de vida, todo es posible si planificas correctamente. Ahora bien, debemos entender que la vida tiene sus altibajos y existen situaciones que no podemos prever, por lo que también debemos tener un plan de contingencia para casi todo tipo de escenario posible.
Comienza por lo básico, analiza tus finanzas, haz un plan de pagos para reducir al máximo tus deudas y evita contraer nuevas. Aunque el ahorro es importante, las deudas mal manejadas pueden a la larga, comerse ese ahorro. Si tienes deudas y quieres ahorrar, mantén ese dinero como un fondo en caso de emergencia.
Una vez tengas un plan de pago, te harás una idea de cuándo tendrás la suficiente solvencia como para pensar en independizarte financieramente.
3. Estudiar modelos de negocios que te ayuden a ser independiente
Para ser financieramente libre, necesitas una fuente de ingresos constante. No todos los modelos de negocios son iguales, y algunos no serán adaptables a tus capacidades o las condiciones económicas de tu país. Por lo que te recomendamos hacer una lista con la mayor cantidad de opciones de inversión posible, y luego hacer una segunda lista con sus ventajas y desventajas, para concluir eligiendo aquellas con más beneficios que obstáculos.
4. Crear varias fuentes de ingresos
Uno de los principios básicos dentro del mundo de las finanzas, es no colocar todo tu dinero en una única inversión, ya que si está va en picada, todo tu patrimonio igual. Lo ideal es diversificar al máximo tu dinero, y la mejor forma de hacerlo es desarrollando por lo menos tres fuentes de ingresos. Aunque puede sonar a mucho trabajo, sólo recuerda que de esta forma lograrás reducir al máximo los riesgos, y compensar pérdidas con beneficios de otros negocios.
5. Planificar tus finanzas personales
Este paso se da una vez hayas logrado ser financieramente independiente. Recuerda, lo complejo no es alcanzar la libertad, sino mantenerla. Desafortunadamente, muchas de las personas que lograron romper las cadenas de la dependencia económica, no supieron mantener sus finanzas y terminaron volviendo a su empleo tradicional.
Para evitar perder tu libertad, debes hacer un presupuesto mensual que cubra todo lo básico para tener un estilo de vida decente, sin lujos, pero con lo necesario para sentirte confortable. También debes asegurarte de tener un ahorro en caso de emergencia o contratar un seguro de imprevistos, además de planificar tu jubilación.
6. Vivir cada día con la mayor plenitud posible
Este es el último paso y más que un requisito, es el resultado de tu esfuerzo. Ahora que ya no dependes de un empleo poco satisfactorio, de un jefe malhumorado, o de poco tiempo para pasar en familia, es momento de que descubras lo que realmente te hace ser feliz, y procures hacer que eso se vuelva tu nuevo propósito de vida.
Razones por las que eres financieramente libre
Son muchas las motivaciones que hacen a una persona dudar sobre dejar de vivir como un asalariado. Estas son las más comunes:
Conformismo. Llega un punto en que la persona se siente cómoda en su trabajo, no tanto por el ambiente laboral o porque las actividades realizadas le llena como persona, sino por la comodidad de recibir una paga segura mensualmente. Esto es algo tan común en nuestra sociedad, que incluso nos crían desde pequeños para tener como meta encontrar un trabajo bien remunerado, en vez de realizar un emprendimiento.
Miedo. Si el conformismo es la base de una sociedad que busca estabilidad económica, el miedo es esa cadena que hace ver a la libertad financiera como algo malo. Cuando siquiera nos pasa por la mente dejar nuestro empleo actual o emprender en un negocio, las pulsaciones cardiacas aumentan y empezamos a imaginarnos en bancarrota.
Poca motivación. Aunque tiene una relación directa con el conformismo, lo mejor sería verlo como algo separado. Las personas son proclives a tener pocas expectativas sobre la vida, y esto los vuelve más susceptibles a permanecer décadas en un mismo empleo, aunque ello les afecte emocionalmente.
Dudar sobre capacidades personales. Algo común en nuestra sociedad, nos sobran muchas personas con perspectivas personales muy pobres, que en la mayoría de los casos, son reforzadas por allegados que en vez de motivarnos, nos hacen dudar más sobre nosotros.
Aspectos positivos de tener libertad financiera
Ahora que sabemos lo que nos mantiene en el mundo laboral, veamos todo lo que podemos lograr si decidimos liberarnos financieramente.
Ahora que sabemos lo que nos mantiene en el mundo laboral, veamos todo lo que podemos lograr si decidimos liberarnos financieramente.
Seremos dueños de nuestro tiempo. Esta es una de las ventajas más obvias, la independencia financiera es igual a ser dueño de tu tiempo. Ahora puedes hacer lo que más te apasiona, como estudiar una carrera universitaria sólo por placer, realizar un pasatiempo, viajar, o incluso pasar más tiempo con la familia.
Ya no tienes un jefe que te machaque. Creo que una de las primeras cosas que desean aquellos que todavía están atados al mundo laboral. Aunque sería injusto clasificar a todos los jefes como malos, lo cierto es que la gran mayoría de las personas que tienen cargos de supervisor, no saben tratar correctamente a sus subalternos, o peor aún, maltratan por simple placer.
No tienes que declarar el tiempo. Si eres un empleado, tienes un horario fijo que debe ser cumplido a cabalidad, de lo contrario serás sometido a penalizaciones salariales o el despido. Esto le genera cierta presión a las personas, ya que la puntualidad es clave para mantener su estabilidad financiera.
Te liberas de mucho estrés. Vivimos en un mundo ajetreado y muy acelerado, donde en cuestión de minutos ocurren cambios extraordinarios, por lo que debemos procurar tener la menor carga posible de presión. Desafortunadamente, el trabajo es el mayor generador de estrés.
No dependes económicamente de otros. Todo empleado pone en manos de un tercero su estabilidad financiera, lo que se convierte en una apuesta riesgosa si este tercero no es competente para dirigir correctamente una empresa. Aunque muchos piensan que el trabajo es sinónimo de estabilidad, en algunos casos puede ser todo lo contrario.
El lado negativo de la libertad financiera
No todo puede ser bueno, hay algunos aspectos no tan positivos que también debes tomar en cuenta si buscas independizarte financieramente.
Tú diriges el destino. Esta es un arma de doble filo, por una parte te da el poder de hacer y deshacer tu vida como lo prefieras; pero por el otro lado, si no haces las cosas correctamente, puedes tener un futuro oscuro. Lo más recomendable es planificar cada paso, y tener un plan B en caso de imprevistos.
Debes aprender a manejar tus finanzas. Como lo especificamos en el punto anterior, una mala gestión puede llevarte al fracaso, por lo que debes asegurarte de tener todas tus cuentas claras, y evitar excesos o caprichos económicos que pongan en riesgo tu solvencia económica.
Más propensos al fracaso. Una de las razones por la que muchas personas permanecen en sus empleos, es porque el fracaso no es siempre sinónimo de despedido, ya que algunas empresas sólo llevan a cabo una sanción o advertencia al empleado. Mientras que en el caso de los emprendedores, como el dinero invertido es propio, el fracaso puede generar una pérdida de estabilidad financiera. Aunque no deberías temer al fracaso, ya que esta es una oportunidad de aprender.
Ahora que ya sabes los puntos negativos de ser financieramente libre, habrás notado que si pones lo negativo y positivo en una balanza, esta se inclinará por las cosas buenas.
Negocios que puedes usar para tener independencia financiera
Hay muchos modelos de negocios que puedes aplicar, pero te dejamos los más populares, y los que han demostrado ser más efectivos a largo plazo.
1. Invertir en inmuebles
La inversión en muebles es considerada como una de las formas más estables de rentabilizar el dinero, además de ser una de las opciones más populares entre personas de todas las edades. Y es que desde muy pequeños, nos han enseñado que una casa propia es la base para una buena estabilidad financiera.
Cuando hablamos de inmuebles no solo nos referimos a la compra de una vivienda, es más que eso, comprar una oficina, galpón, almacén, o incluso un lugar para aparcar el coche. En caso de optar por invertir en una casa, recuerda que si el objetivo es venderla a largo plazo, deberás esperar unos cuantos años para que se revalorice, a menos que planees adquirir una propiedad en mal estado, remodelarla y luego venderla por un valor mayor, o alquilarla.
Si tienes un presupuesto ajustado y deseas rentabilizar al máximo tu inversión, lo mejor es apostar por los alquileres de lugares para aparcar. Aunque pueda sonar una idea un poco extraña, ha demostrado ser una opción muy rentable, sobre todo si el lugar que compraste se encuentra en una zona céntrica de la ciudad, caracterizada por tener mucho tráfico.
2. Crear un curso online
Una opción que ha venido ganando popularidad, gracias al amplio desarrollo de la educación en línea. En el pasado, para poder ofrecer cualquier tipo de tutoría, era necesario contar con un permiso del gobierno, espacio propio, muebles, libres, etc. Sin embargo, ahora sólo necesitas un ordenador con conexión a internet, conocimientos detallados en una determinada tarea, y programas especiales de computadora para editar tu contenido.
Los cursos pueden ofrecerse de tres manera:
En vivo. Es decir, creas una sesión en una plataforma de video tipo Zoom, y vas dando la tutoría en tiempo real. La ventaja de esto, es que los participantes de la clase pueden despejar sus dudas al instante.
Por vídeos. En este caso debes crear videos dando explicaciones del tema. Para tener éxito con este modelo, debes explotar tu creatividad al máximo, haciendo lo imposible para que el video sea entretenido.
Por texto. Este fue el origen de los cursos en línea, y con los años se ha vuelto un poco obsoleto. Las personas prestan más atención a las imágenes que al texto, de modo que en un mercado tan competitivo como el digital, donde la creatividad es la clave del éxito, apostar por modelos de contenido tradicionales puede ser una gran desventaja.
Por último, recuerda, solamente puedes dar cursos de cosas que conozcas a detalle, no enseñes temas que no manejas, porque tus estudiantes lo notarán y podrán poner en duda tu buena reputación.
3. Invertir en la bolsa de valores
Es junto con los bienes inmuebles, un clásico en el mundo de la inversión. La bolsa de valores es un espacio donde se comercian activos financieros, tales como acciones de empresas, bonos de deuda empresarial, deuda pública, entre otros.
Las personas con autorización gubernamental para comerciar directamente activos financieros se les conocen como corredores o brókeres, por lo que si quieres invertir en este mercado, debes contar con el apoyo de uno, o el de una casa de bolsa. Si no eres un inversor con el suficiente patrimonio como para recibir asesoría directa o preferencial por un corredor o casa, lo mejor es ingresar a un fondo de inversión.
Como su nombre lo específica, los fondos de inversión son instituciones de inversión colectiva, donde varias personas juntan su dinero para hacer comercializaciones a gran escala. Para poder ser miembro de un fondo sólo debes tener la capacidad de invertir un mínimo de dinero, además de documento de identidad vigente.
Hay todo tipo de fondos, desde los más básicos, donde cualquiera con una inversión muy baja puede ingresar, hasta los conocidos como Fondos Premium, pensados para un selecto grupo de individuos, con inversiones mínimas de no más de cien mil euros.
Al igual que con otros ámbitos de la economía real, la inversión en activos financieros se ha digitalizado. Ahora puedes ingresar en un fondo desde la comodidad de tu hogar, por medio del ordenador. Los activos financieros también han cambiado, aunque las nuevas versiones, como las criptomonedas, no están disponibles en la bolsa tradicional, estos cuentan con un mercado independiente, que si se maneja de forma inteligente, es posible generar una gran rentabilidad en poco tiempo.
4. Crear un e-commerce
Un clásico dentro de la economía digital. En los inicios del internet, las personas pensaban que con solo tener una web era suficiente para generar dinero, pero luego de la “burbuja puntocom”, descubrieron que no era tan sencillo. Durante este periodo de tiempo caótico, pequeños negocios online como Amazon, para entonces una tienda de libros, no solo resistieron, sino que demostraron que el camino para ser exitoso en internet era ofreciendo un producto o servicio. Hoy en día no existe una sola persona que no considere al e-commerce como el futuro del comercio.
Si quieres usar el comercio electrónico como escalón para alcanzar la libertad financiera, debes saber lo siguiente:
Existen dos tipos de comercio. El primero es el tradicional, en donde tú eres el responsable de almacenar, ofrecer el medio de pago, y gestionar la logística de envío de los productos ofrecidos. El segundo se le conoce como dropshipping, en este caso tú sirves como enlace entre un mayorista y un potencial consumidor, y como compensación, recibes un porcentaje de las ganancias.
No hay límites geográficos. Los límites solo los fijan tus capacidades para hacer envíos internacionales. Cualquiera puede ver tus productos en la web, y si tienen métodos de pago digitales habilitados, puedes comprar sin problemas.
Puedes ofrecer productos digitales. Este tipo de bienes nacieron con el comercio electrónico, y como su nombre bien nos lo deja saber, son activos no físicos, que solamente pueden ser disfrutados en el mundo digital. Algunos ejemplos de productos digitales son: ebooks, videos, imágenes, diseños gráficos, softwares o incluso aplicaciones web.
No necesitas una gran inversión. La principal razón por la que cada día miles de personas alrededor del mundo apuestan por este tipo de emprendimiento. Si tienes un modelo de negocio online tradicional, el mayor costo a realizar será en el inventario.
5. Escribe un ebook
Otro método innovador para generar ingresos que te permitan ser financieramente independiente. En el pasado, para poder generar ingresos con un libro, debías enviar manuscritos de este a todas las editoriales posibles, esperar a que una viera el talento que tenías por delante y estuviera dispuesta a invertir en tu futuro como escritor. Afortunadamente, esto ya es cosa del pasado, aunque tampoco significa la muerte del mundo editorial como lo conocemos, sólo una actualización.
Si tienes talento para escribir y una abundante creatividad, puedes redactar un manuscrito en tu ordenador y publicarlo en una de las tantas páginas para redactores que hay en internet, o incluso venderlos en una tienda de aplicaciones móviles como Google Play.
El mundo literario es un mar de conocimiento, por lo que puedes escribir sobre lo que más te apasione o en lo que consideres que eres más capaz. Por ejemplo, puedes hacer una novela romántica, un cuento de terror, o incluso un libro técnico sobre computación, diseño gráfico, hasta bricolaje, no hay límites para tu creatividad.